LA CHUFA Y LA HORCHATA, UN RECORRIDO HISTÓRICO
Según la documentación conservada, el cultivo de la chufa en nuestra comarca se retrotrae al menos hasta finales del siglo XVIII. En la narración de sus viajes por la región valenciana, el científico ilustrado Antonio José de Cavanilles explicó las características y el cuidado de este tubérculo en la huerta de Alboraia y Almàssera, así como una de las bebidas elaboradas con él: la horchata.
Décadas más tarde, este líquido refrescante se granizaba y expendía en las calles de Valencia por los horchateros, oficio ambulante, pero también empezaba a degustarse en comercios especializados: las horchaterías. Según las guías comerciales de la ciudad, en 1888 existían hasta 76 establecimientos donde se podía beber horchata dentro del término municipal valenciano.
NUESTRA HISTORIA
Los orígenes de la Horchatería Els Sariers están estrechamente relacionados con el pasado agrícola de la familia en la huerta de Alboraia. Nuestros bisabuelos, abuelos y padres trabajaban como agricultores y vendedores de sus verduras en los mercados de Valencia. Una parte importante de este pasado y presente la ocupa la producción de chufa en parcelas minifundistas, seña de identidad de la Huerta valenciana. En verano y en días festivos, era típico en las casas de labradores de Alboraia elaborar horchata artesanalmente.
No obstante, a mediados de la década de los 90, Jose Antonio y sus dos hijos Jose Vicente y Jorge decidieron dar un paso más. Además de cultivar dicho tubérculo, consideraron que era oportuno crear un establecimiento en el que se fabricara y vendiera horchata procedente de sus propias chufas, así como otros productos artesanos.
La horchatería se levantó sobre terrenos de la familia que se han cultivado hasta fechas recientes. Finalmente, fue inaugurada en marzo de 1995, junto al futuro acceso a Alboraia por la Ronda Norte. La construcción de esta circunvalación a principios del siglo XXI ha mejorado la comunicación con la capital y ha permitido gozar a más personas de nuestra ubicación frente a la huerta, en una zona tranquila que combina el ambiente rural y el urbano.
Nuestra elección del término Sariers como nombre del establecimiento se debe a su uso tradicional como mote que ha identificado a la familia en el pueblo de Alboraia, donde todos los agricultores poseían un apodo con el que se reconocían mutuamente. Sarier era la denominación de un oficio que consistía en el trabajo de las fibras de esparto con el fin de crear cestas o capazos que servían para transportar o almacenar productos agrícolas.
En la actualidad ofrecemos también una amplia gama de helados y granizados, fartons artesanos y bollería todo el año, que pueden ser degustados en varias terrazas al aire libre. Además, en el período invernal destaca la elaboración de chocolate, churros y buñuelos.